viernes, 8 de julio de 2011

Paradise.

Sabes que me apetece hacer hoy? Hoy quisiera tocar la luna con los dedos, estar en dos sitios a la vez, o incluso tres, pellizcar los cristales, lanzar cubos de agua contra el sol, saltar de nube en nube, cantar en Marte o bailar sobre los aros de Saturno, ir hasta el fin del mundo. Hoy estoy dispuesto a hacer lo imposible por ser feliz. Me tragaré mis lágrimas por saladas que sean, me pintaré una sonrisa en la cara si hace falta, y ante todo, te llevaré conmigo. ¿Y si nos caemos? Nos levantamos, ¿Y si nos perdemos? Nos guiaremos, pero lo que cuenta, al fin y al cabo, es que estaremos juntos, por siempre. Y llegaremos hasta ese maravilloso lugar, del que todos hablan, pero nadie conoce.

lunes, 4 de julio de 2011

En la más alta torre.

Mírame, que fuerte soy. Me resbala si follas o fallas. Si estudias o prefieres trabajártelas. Si odias los domingos o si vas hablando mal por ahí de mí. Si eres victoria o fracaso. Si te sigue faltando cerebro o si te sigue sobrando de ahí abajo. No me han quedado cicatrices de la ostia que nos pegamos, ni refugios, ni paisajes. Ni canciones que recordar.. Ahora soy invencible, imperfecta, sincera y rápida.

domingo, 3 de julio de 2011

- Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
- Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
- Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
- No lo creo... Si me odias no me querrás ver...
- Pues cierro los ojos.
- No me querrás oír.
- Pues no te dejare hablar...
- ¿Entonces?
- Te abrazaré y te diré... ¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometi un para siempre? lo decia enserio.
 

Sonríe.

Ríe, ríe hasta que te duela cada músculo de tu cuerpo en cada carcajada que des. Ríe ante todo. Ante los problemas, ante la gente que no quiere que seas feliz, ante tus amigos, ante esa persona tan especial. No estés triste, no merece la pena. La vida está para vivirla. Si no eres feliz ahora ¿Cuando lo serás? Aprovecha cada instante como si fuera el último, porque algún día lo será. Las personas que te hacen llorar no valen la pena... ¿Sabes por qué? Porque nadie se merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.