viernes, 9 de septiembre de 2011

En boca cerrada no entran moscas.

Me arrepiento de haber seguido al pie de la letra ese maldito refrán. Siempre me tragué mis propias palabras, me callé mis preguntas y me olvidé de mis respuestas. Ahora ya es tarde para decirlo todo, mi turno ya pasó. Aunque aún tenga muchas cosas que decir y opiniones que dar, aveces merece la pena guardarse algo para si mismo; ya sabeis... quien calla, otorga. Irónico verdad?
Si un dia te dan ganas de llorar llámame, no prometo hacerte reír, más puedo llorar contigo. Si algún día decides huir, no dudes en llamarme, no prometo pedir que te detengas, más puedo escaparme contigo. Si un día te entran unas ganas grandes de no escuchar a nadie, llámame, prometo quedarme bien callada. Pero... si algún día me llamas y no respondo... Ven corriendo a mi encuentro, tal vez yo necesite de ti.